Violencia en la pareja

Mucho se dice, escribe y debate actualmente sobre la violencia en la pareja, en el noviazgo, en el matrimonio, en el concubinato, en las relaciones casuales, etcétera.


Este panorama nos traslada irrevocablemente a una realidad social preocupante, tanto para hombres como para mujeres, pero empecemos por definir qué es la violencia.


La violencia hacia la pareja se refiere a un patrón repetitivo de abuso, en relaciones de matrimonio, concubinato, noviazgo o extramaritales; o expareja (divorcio o separación), que se caracteriza por una serie de conductas represivas esencialmente, que incluyen maltrato psicológico, físico, sexual, económico o patrimonial. Por lo general, este tipo de violencia se observa desde el inicio de la relación de pareja (incluyendo el noviazgo) y se puede presentar tanto en parejas heterosexuales como en parejas homosexuales y en todos los estratos socioeconómicos, aunque con frecuencias y formas de expresión diferentes.


Y esto, ¿qué tiene que ver con el amor? Parece paradójico que en una relación romántica experimentemos emociones diametralmente opuestas al amor, cuidado y comprensión; tales como, la humillación, el rechazo, inseguridad, angustia, ira, frustración y amenaza.


Una de las principales causas de estas diferencias es cómo aprendimos a amar desde nuestra infancia: los niños aprenden a valorar y defender su libertad y su autonomía; las niñas aprenden a renunciar a ellas como prueba de su amor cuando encuentran pareja. Las niñas aprenden a situar el amor en el centro de sus vidas, mientras que los niños aprenden que el amor y los afectos son “cosas de chicas”.


Además, en las sociedades occidentales está tan anclado el concepto de amor romántico, aquel que puede esperar por años, aquel que todo lo puede y soporta, que el mismo amor se convierte en un fin y no en un medio para desarrollar todos los proyectos de amor propio, de pareja y hacia los hijos.


Sabemos de antemano, que en cualquier situación que requiera la interacción con el otro, se van a presentar desacuerdos y conflictos, a pesar de ello, la mejor manera de solucionar estos problemas es con la escucha y el diálogo.


Si notas que en tu relación de pareja se está presentando la violencia o quieres romper con esos patrones del amor romántico que nos predisponen a normalizar la violencia, comunícate con nosotros al 800-911-32-32, estamos las 24 horas todos los días.


¡Cuida tu salud!

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